“Prometeo encadenado”

Cada fin de año la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD) organiza una interesante temporada teatral (aquí puede revisar el programa) en la que los alumnos de los últimos ciclos demuestran las destrezas aprendidas. “Prometeo encadenado”, clásico griego atribuido a Esquilo, abrió la séptima edición de esta muestra con una buen montaje sobre este titán castigado por el dios Zeus. De acuerdo al mito, Prometeo fue confinado a una roca escarpada por evitar la destrucción de los hombres y entregarles el fuego divino.
Visual y coreográficamente correcto, “Prometeo…” ofrece roles bastante equilibrados y, por eso, extraña un protagonismo –poético sí, pero con poca carga dramática– del personaje principal. Lo que sí sucede con las apariciones, en un principio, de Hefesto, la Fuerza y la Violencia; y luego con las Oceánides e Io. La escenografía brilló por su funcionalidad en el pequeño escenario del aula 7 del ENSAD.
Se armó ahí un andamio, lugar del suplicio de Prometeo, algunas barras metálicas –en  realidad, eran parte de la estructura de la sala– y una polea. Rodeado de estos elementos, Prometeo lamentaba su destino, aunque sin arrepentirse de su hazaña en favor de los mortales. Desairaba al impertinente Hermes, emisario de Zeus, y predecía el futuro de la atormentada Io. De otro lado, las bellas Oceánidas se deslizaban, entre telas celestes, para conversar con el desafortunado titán.
Un recurso valioso durante esta puesta de una hora de duración fue su fondo musical (un viento que arrecia en altamar) ya que agregó incertidumbre a la historia. Junto a ello, la iluminación ofreció un magnífico resultado hacia el final del montaje, aunque hubiera sido idóneo sugerir, de algún modo, la escena en que un águila devora el hígado de Prometeo. Finalmente, este “Prometeo…”, ajustado a las propuestas clásicas, sirvió de prueba satisfactoria para estos futuros actores y actrices que, poco a poco, irán desarrollándose sobre las tablas.

Ficha técnica
“Prometeo encadenado”, de Esquilo.
Dirección: Daniel Dillon
Elenco: Sergio Marroquín (Prometeo), Ronie Cuba (Fuerza), Andrea Pérez (Violencia), Mauro Ninanya (Hefesto), Felissa Añez, Fiorella Monroy, Lizeth García, Milagros Hernández, Vanessa Vega (Coro de Oceánides), David Rojas (Corifeo), Emmanuele Caffo (Océano), Victoria Chauca / Cesia Romero (Io) y Sammy Zamalloa (Hermes).
Preparación corporal y coreografía: Basilio Soraluz
Sonido: Urpi Curihuamán

EDER GUARDA
Crítica Teatral Sanmarquina

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