VALENTÍA DE ALTURA

SOBRE: “EL ADIÓS DE LOS VALIENTES”  

Una reseña que sueña y enseña. Si tendría que comenzar esta pequeña reseña, me preguntaría primero ¿Quiénes son los valientes? ¿Los que se van? O ¿los que se quedan? ¿Los que siguen sus sueños? O ¿los que renuncian a ellos para seguir otros sueños? ¿Los que ganan mensualmente un sueldo básico en ocho horas? O ¿los que trabajan más de ocho horas para seguir construyendo utopías reveladoras?
Con esos cuestionamientos nace “El adiós de los valientes”. Una obra que encierra distintas historias, pero que hablan de una misma realidad en torno a una sola palabra: el ADIÓS.
Y es aquí donde comienza toda esta gran aventura dramatúrgica que me tomó muchos años terminar de redondear.
En una ciudad cada vez más ancha y ajena. Dos músicos ambulantes cantan en una plaza cualquiera. Cuatro periodistas esperan en medio del escenario con acciones aparentemente mecánicas. Tres despedidas, en tres distintos lugares, se dan a lo largo de una trama donde los sueños se pondrán en cuestionamiento y el ser humano aparece con la necesidad de reflexionar sobre ellos.
Cuando aún la obra estaba en un proceso de reescritura, le comenté de lo que estaba escribiendo a un joven jaujino que en ese tiempo llegaba a la capital para recibir talleres. Su nombre era Javier Blancas y su entusiasmo de dejar su tierra natal para aprender más, me conmovió. Era de esperarse: con ese mismo entusiasmo también dejé mi ciudad natal Chiclayo para formarme como actor. Hablamos de esta necesidad donde el “provinciano” necesita ir a la capital para realizar sus sueños. Y es ahí, bajo una garúa intensa en la ciudad, que me propuso dirigir la obra y estrenarla en Jauja. Después de dos intentos fallidos –el segundo terminó en tragedia–, el 27 de marzo de 2018 la obra tuvo su primera confrontación con el público en la ciudad de Huancayo. Su primera mirada, en ese proceso que aún no habían cerrado.
La confrontación fue difícil. Las niñas se enfrentaban a un texto un poco complicado y abundante. Pero la valentía de salir a escena fue aplaudida no solo por mí, sino también por el espectador. No obstante, aún había muchas cosas que ajustar, como la voz, la dinámica de la puesta, tocar los instrumentos, el juego con los elementos o la precisión de los actores.
De los cuales, tengo ciertamente confianza que las fue mejorando en el camino y así tener la valentía y el entusiasmo de estrenarla este 26 de abril y tener una segunda función el día 27 en Local Los Pinos (Jr. La Mar 812, a dos cuadras de la plaza de Jauja) a las 7pm, con su grupo Transverso. Valientes son los que se van y los que se quedan, pero siguen haciendo cosas para realizar sus sueños, nunca quedarse estancado. 

NATALIO DIAZ TINEO
Colaboración exclusiva
Crítica Teatral Sanmarquina

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