UN PERÚ CARGADO DE MIEDOS
Sobre: “CUÍDATE DE MÍ” / Asociación de Artistas Aficionados (AAA)
El sujeto humano, ante circunstancias de riesgo de muerte, sea real o imaginario –y en esto no hay ningún misterio– sentirá miedo. El miedo es un síntoma sobrecogedor de que algo se avecina para arrancarnos la vida, las pertenencias, la familia, etcétera. Este sentimiento se impone sobre la voluntad.
Ximena Arroyo y Pold Gastelo en "Cuídate de mí" |
De ese modo, el sujeto no tiene otra opción que moverse de acuerdo al campo
del miedo. “Cuídate de mí”, obra de Eduardo Adrianzén, bajo la dirección de Leo
Cubas en la Asociación de Artistas Aficionados (AAA), refleja a un Perú, en
cuatro momentos de su historia, dominado por el miedo.
Si bien, las cuatro historias no están articuladas por la acción, sí lo
están por el tema. El eje vertebrador, en este caso, es el miedo. En 1670, el
miedo a la Santa Inquisición; en 1882, a la ocupación chilena; en 1964, a las
invasiones; y en 2023, a la muerte y a la desolación de un ser amado por el
post covid-19.
Lo que más duele. Lima, 1670. La Santa inquisición. De esta escena se puede extrapolar el fundamento –su razón de ser– de la Santa Inquisición. El inquisidor, durante la tortura a Antón, dice: “De no tener misericordia, no me esmeraría tanto en salvar tu pobre alma”. El acto de torturar, de esa manera, no sería más que un medio necesario para un fin mayor: “salvar el alma del torturado”. El objetivo sería que, a través del dolor, pueda arrepentirse y aceptar a Dios para que, de esa manera, por lo menos, salve su alma. Sin embargo, si bien El Inquisidor es fiel al discurso cristiano, no sucede así con la hermana Dominga. Esta aprovecha su posición religiosa para acusar de herejía y quedarse con las pertenencias de la familia de jóvenes de buena posición social que acuden a la “bruja” Jordana para abortar, cómplice de Dominga.
El chiflón. Lima, 1882. La ocupación chilena. La escena retrata cómo el miedo a perder la posición económica y la vida puede llevar a un sujeto a tomar una decisión desesperada, como confesar cosas que el interrogante, un oficial chileno, ni se lo ha formulado. La acción desesperada de los personajes revela el poco interés que tienen en los problemas del país, como la ocupación extranjera, los pagos de tributos, los conflictos sociales, etcétera; los personajes sólo velan por sus propios intereses.
Una de las historias de la obra de Eduardo Adrianzén retrata la infausta Guerra del Pacífico |
Toca llorar. Lima, 2023. La pérdida del ser amado. Esta escena, más que retratar el miedo, es una
escena de venganza y reconciliación. ¿Cuántas personas mayores, ante la falta
de oxígeno, y por preferencia a los más jóvenes, han muerto durante la pandemia?
Saúl es hijo de una de esas personas de muerte estadística.
A fin de cuentas, el médico se rige bajo protocolos en esas situaciones.
Ante una muerte en tal situación, en la escena, la doctora se juega la vida
ante la amenaza de muerte del hijo de la paciente fallecida ¿Por negligencia o
por cumplir los protocolos? Es el debate que se juega para salvar su vida.
El hecho escénico es minimalista, contiene pocos
elementos escenográficos, como la mesa, las sillas, los relojes sobre el
escenario y la cama, que salen y entran. Las actuaciones se ciñen bajo el código
interpretativo naturalista. A excepción de la escena del sueño, donde uno de
los personajes realiza gestos más expresionistas. Cabe destacar el trabajo actoral de los ejecutantes,
puesto que cada actor, debido a la variación de las escenas, tenían que
realizar varios personajes, mostrando así el registro interpretativo variado.
En relación a la relevancia histórica de la obra con
nuestro contexto, “Cuídate de mí” trata sobre un país que vive su día a día
bajo el miedo a perder la vida, sus pertenencias, a un ser amado, etcétera. ¿Acaso no hemos vivido así desde la colonia? Quizá no sea casual que el autor haya iniciado la obra con la escena de la
Santa Inquisición.
Las secuelas del Covid aparecen en la propuesta que dirige Leo Cubas |
Hay todavía una lucha naturalizada entre la estructura andina y occidentalizada (no occidental). De lo contrario, no habría la brecha social entre los mismos peruanos. Y en medio de esta brecha, se impone el miedo como el juez que sobredetermina el comportamiento de ambas partes, para bien o para mal. La obra, en ese sentido, representa esa distancia estructural entre El inquisidor y el torturado, entre el comerciante peruano y el oficial chileno, entre la señora de San Isidro y el migrante campesino, y entre el protocolo médico, encarnado por la doctora, y la muerte de personas mayores de edad, representado por el hijo de una paciente fallecida. El tema, ciertamente, es muy actual.
FICHA DE LA OBRA
“Cuídate de mí” de Eduardo Adrianzén
Dirección: Leo Cubas
Elenco: Ximena Arroyo, Gabriela Billotti,
Pold Gastelo, Tania López y Luis Yovera
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados
(Jr. Ica 323, Centro de Lima)
Fecha: Del 16 de junio al 02 de julio
Horario: Viernes y sábados a las 8pm / Domingos
a las 7pm
Entradas: S/ 40 (Super VIP), S/ 30 (VIP), S/
25 (General) y S/ 20 (Estudiantes y jubilados) en Joinnus y boletería del
teatro
Un montaje de la AAA
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GODO LOZANO RUIZ
Crítica
Teatral Sanmarquina
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