Este hijo: el hijo que quise.
Niñito, ven; tras de la loma, la blanca luna va a
asomar; ¡cuando la blanca luna asoma, los niños buenos, a soñar!
AMADO NERVO
No es cuestión de eugenesia ni de selección natural, es simplemente la
oportunidad de probarles que puedo ser mejor madre, que mis hijos no van a
terminar por olvidarme, que a mí sí me van a ver de viejo, que me van a seguir
pidiendo consejos incluso después de casarse, que yo sí podré criarlo a pesar
de no tener padre, que pasará a darme un beso antes de dormir e ir al colegio…
Las diez historias que Joël Pommerat reúne en
su obra “Este hijo” reflejan las sensaciones que engendrar provoca y las
intenciones que resultan difíciles declarar en público pero que no cesan de
presentarse en cualquier época. El Auditorio del Centro Cultural El Olivar
presenta “Este hijo”, bajo la dirección de Alberto Ísola, cuyo elenco conforman
Magali Bolívar, Alejandra Guerra, Sofía Rocha, Carlos Mesta y Renato Rueda.
La puesta en escena incluye una atmósfera
musical entre infantil y misteriosa en distintas lenguas, como una casa de
muñecas, como un sótano con juguetes antiguos que han sido testigos de la
inocencia y la dureza de la crianza y la niñez.
La escenografía es un circuito cerrado que se
convierte en espacios infinitos y que permite invadir la privacidad de los
personajes y acompañarlos en sus ratos oscuros o en esquinas iluminadas durante
su historia. La dinámica entre escena y escena, los cambios de vestuario y de utilería
no interrumpen la esencia de lo que se viene contando. Los actores mutan imperceptiblemente: de
madre a hija, de abuelo a padre, de hija a esposa, de hijo a padre… Muy buen
trabajo en general.
Personalmente, me quedo con cuatro escenas,
que solo mencionaré cardinalmente para identificación de los que ya la vieron y
expectativa de los que aún no han ido:
La tercera escena: una interpretación
excepcional de Carlos Mesta y Renato Rueda, tensión e incomodidad argumentativa
que nos toca y aflige como público.
La quinta escena: la naturalidad de Alejandra
Guerra nos impone una dicotomía difícil de juzgar.
La sexta escena: Renato Rueda y Sofía Rocha
transportan la belleza de la fragilidad, la lucha por estar y dejar de sentirse
solos.
La novena escena: Magali Bolívar interpreta a
la vez el rol de la confianza, de la certidumbre, del apoyo fraternal, que poco
a poco se convierte en matices polares, llegando quizá a lo opuesto cuando las
cosas ya no parecen ser como el comienzo…
Dicen que nadie te enseña cómo ser buen padre o madre, que se aprende en
el camino, que es imposible no juzgar como hijo o como progenitor, que nunca se
está listo para conformar una familia, que se esconde mucho de rencor y de
cariño al final, que decidimos alejarnos del molde paternal que recibimos para
crear y proporcionar otro a los hijos, que es imposible definir, pero que, sin
duda, esta obra refleja, pues no solo trata de relaciones familiares externas,
sino abarca lo intrínseco, la imposibilidad de comunicar, las verdaderas
intenciones, la presión, el cariño y la adaptación de engendrar y ser
engendrado. Imposible perdérsela.
Ficha
artística
“Este hijo”, de Joël Pommerat
Dirección: Alberto Ísola
Elenco: Magali Bolívar, Alejandra Guerra,
Sofía Rocha, Carlos Mesta y Renato Rueda.
Lugar: Centro Cultural El Olivar (Ca.
República 455, San Isidro).
Las funciones van de jueves a domingo a las
8pm
Temporada: Del 21 de agosto al 28 de
setiembre
Entradas: 40 Soles (general) y 20 Soles (estudiantes
y jubilados), jueves populares (general 30 Soles)
CHRISTIAN SALDÍVAR
Crítica Teatral Sanmarquina
CHRISTIAN SALDÍVAR
Crítica Teatral Sanmarquina
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