HUARAZ, NUEVE DÍAS (DE)MUESTRA (Parte I)

XXVIII Muestra Nacional de Teatro Peruano
Escribe: KARLOS LÓPEZ RENTERÍA
Fotos: EDGAR PALOMINO - ANTARES (AYACUCHO) / ILLARI (HUARAZ)

 
 
El Grupo Illari, joven propuesta huaracina, organizó la vigésimo octava Muestra Nacional de Teatro Peruano que tuvo lugar en la ciudad de Huaraz del 23 de noviembre al 01 de diciembre de 2019. Esta fiesta peruana la conformaron 28 espectáculos de distintas partes del país, sumadas a dos obras invitadas por la organización, una peruana y otra extranjera. El recuento se completa con tres grupos que no asistieron.
Illari (Huaraz), grupo organizador
de la XXVIII Muestra Nacional de Teatro Peruano
El dato especial es que, en esta Muestra llamada Sara Joffré, participaron los teatros de todas las regiones del país. La juventud (casi infancia) de Illari avala su esfuerzo y nos hace comprender los desórdenes de producción propios de una edad que no conoce la primera década grupal. Sin embargo, lograron una Muestra Nacional en la que se disfrutó de hospedajes y lugares agradables, cercanos a donde todo sucedía y generadores de un clima en el que los grupos participaron casi de la totalidad de las actividades: funciones, mesas de crítica, conversatorios oficiales e informales, talleres y, por supuesto, una plenaria justa. La primera actividad oficial fue una mesa alrededor de la figura de Sara Joffré. No sé si hago bien en ubicar esta como la primera actividad formal, ya que ninguno de los participantes en la Mesa Crítica, sabíamos que seríamos los ponentes. Felizmente tuvimos ventaja. Los tres miembros de la mesa conocimos a Sara. Sabíamos que el tiempo de “Sarita” es el punto de inflexión de ese cuento al que llamamos teatro peruano. Su inteligencia y personalidad, nos hablan de la sensibilidad de una persona de teatro a cabalidad. Hablamos de alguien que pasó por todos los roles teatrales, siendo aquellos que ocurren fuera de escena, los que ocuparon sus últimos años: la investigación, publicación, promoción y venta directa de textos teatrales.
Sin darnos cuenta, la pregunta “¿Existe un teatro peruano?”, que diera origen a estas fiestas teatrales, devino, en esta mesa, en una suerte de observatorio por el registro múltiple de la actividad que nos reúne. Ese interés joffreniano ha inspirado a más de una generación. Como si la fe en la documentación fuera la prueba de nuestro paso por este mundo.
Abriendo la semana, tuvimos un pequeño Pasacalle en el participaron colectivos de Huaraz entre los que pude reconocer al mítico grupo Kuntur, cuyo fundador Luis Gonzales sería homenajeado al cierre de esta Muestra. El inicio del Pasacalle retrasó la apertura de la Mesa Crítica. A pesar de que esta, solo se ocuparía de dos obras de la noche anterior, su condición protocolar e histórica redujo aún más, el poco tiempo que quedaba para las participaciones del público. A partir de ahora, esta crónica centrará su mirada en los espectáculos vistos durante esta Muestra Nacional, ensayando un título para cada día.

XXVIII Muestra Nacional Huaraz (2019)
Obras: “Merlín” – Esparta Teatro (Lima) / “El Chullachaqui” – Urcututu (Iquitos) / “Vida pasión y muerte de César Vallejo” – Teatro Derecho (Huánuco) / ”Desmontaje Rosa Cuchillo” – Grupo Yuyachkani (Lima) / “Alguien que se va” – Teatro Laboratorio Cuzco (Cuzco) / “En el borde” – Illari (Huaraz) / “Jauría”- Pucayacu – (Lima) / “La cautiva” – Teatrando (Arequipa) / “Pimpirimpin” – “Raquel y el Yacuruna” - Muchik  (Yurimaguas) / “El zorro y sus amigos” – Killa producciones (Lima) / “Muñequitas” – Gallito de papel (Arequipa) / “Femenino plural” – Illari (Huaraz) / “Hatari” – Itana (Huancavelica) / “Urpila” – Arenas y esteras (Villa El salvador – Lima) / “El viaje de Rutsi” – Tirulato (Lima) / “Mariposa de cristal” -  Parada Alterna (Piura) / “Ipso Facto” – D'Nada teatro (Chiclayo) / “El monte calvo” – Antares (Ayacucho) / “Aprendiendo a volar” – Viajera del sur (Cuzco) / “Kuntur Tusuy” – Aguas vivas (Huánuco) / “Una Hora bajo el puente” – Expresión (Huancayo) / “Voces de Qalamaki” - Yawar Sunqu (Ayacucho) / “Manuela” -  Teatro del Susurro (Lima) / “Días Felices” – Artescen (Chiclayo) / “Honorarios exitosos” – Molinos de viento (Lima) / “Los fusiles de la madre Carrar” – Barricada (Huancayo)


Cronograma oficial
Obras invitadas: “Turista” – Rudy Boddin (Bélgica) / “Un amor otoñal” - Life Agencia Audiovisual (Chimbote)
Mesa crítica: Luis Paredes, Mary Soto y Karlos López Rentería
Talleres: Rudy Boddin, Alberto Sánchez, Criss Frías y Jerry Galarreta
Sede de próxima Muestra Nacional: Arequipa 2021 (Teatrando)

SÁBADO 23 - Unipersonales con mirada mágica

“Turista” / Rudy Boddin (Bélgica)
Esta edición comenzó con el espectáculo “Turista” (Bélgica). En calidad de invitado, Rudy Boddin, presenta este bien orquestado periplo de gags de payaso clásico que supo capturar al público familiar que asomaba a la primera jornada de esta edición teatral. En “Turista”, el pensamiento escenográfico es cómplice del intérprete y es quien resuelve dramatúrgicamente este desfile de destrezas gestuales. Esta primera noche nos mostraría una serie de torpezas técnicas por parte de la organización que, en su afán de registrar la actividad, subía y bajaba, del escenario en plena función. Afortunadamente no volvió a pasar. 

“Merlín” – Esparta Teatro (Lima)
Las obras peruanas comenzaron con este espectáculo de narración oral.  Importante pensar en cómo los formatos atípicos (narración oral, improvisación, stand-up o drag) comienzan a ganarse un lugar en las Muestras Nacionales. En el caso de la narración oral, su especificidad –la palabra hablada– construye un modo de virtualidad en la que el signo se somete a las particularidades de la voz: ¿Qué dice la voz hablada? Aquí alguien está hablando, sea en la lengua que sea. Atendiendo esta lógica, el sonido con sus variantes rítmicas, volúmenes e intensidades, permite la construcción del relato y la afectación en el espectador asistente. En el caso de Esparta, abrir la jornada no le fue favorable. Consideremos que este fue el día de llegada a una ciudad a 3 052 msnm. La respiración alterada, las dimensiones espaciales opuestas a la intimidad convocante del espectáculo y una cadencia monótona del decir, impedían la producción mágica del efecto cuento. Lo que quedaba, luego de estas dificultades, eran sucesos pedagógicamente hilvanados para un público atento que aceptó las convenciones planteadas. Esparta Teatro aprovecha la popularidad que otorga la leyenda del mago amigo del Rey Arturo, pero esta popularidad quizá sea la que instala la mirada solemne en el espectáculo, pues hay una idea preconcebida de valores morales en su discurso que conllevan a la perspectiva heroica de un pasado, noble en su distancia. 


Pedro Vargas (Urcututu)
“El Chullachaqui” – Urcututu (Iquitos)
Cerrando la noche, el grupo Urcututu de Iquitos presentó “El Chullachaqui”. Un espectáculo que despliega la mirada amazónica de los mundos posibles a través de un acertado diseño de phonurgia (aquel concepto de narrativa centrado en el sonido, desarrollado por la cineasta Lucrecia Martel).  Pedro Vargas ha pensado el sonido y las luces para instalar las condiciones mágicas que su obra necesita. Los silencios, por supuesto, son esenciales. Sin embargo, cuando la palabra hablada aparece, todo se esfuma. El camino que construyen los signos enunciados deviene en moralejas que la obra podría prescindir, ya que la valiosa apuesta del espectáculo es lo interpasivo (con menos humor que René Pollesch) en oposición a la paranoica afirmación de interactividad en la que los unipersonales se refugian. 

DOMINGO 24 - Alrededor de la muerte

“Vida pasión y muerte de César Vallejo” – Teatro Derecho (Huánuco)
Montaje de poesía en escena cuya propuesta dramatúrgica es el episodio que forma cada poema. Esta yuxtaposición deviene en lo que el título anuncia. Sin embargo, la obra no es tal. Su condición es la del ejercicio escénico, cuya intérprete es una actriz. El foco está en la tradición grotowskiana o una aproximación a la idea que se tiene popularmente de ese teatro. Este ejercicio no evolucionará conforme se den más funciones, como suele pasar con las obras, si antes no se atienden los diseños sonoros extradiegéticos, los usos de objetos en escena, el pensamiento de tantos apagones y el tejido de acciones que, en suma, nos entregan un Vallejo solemne. 

Desmontaje “Rosa Cuchillo” – Grupo Yuyachkani (Lima)
Con el aval de conocer el trabajo (del grupo o de la obra en mención) esta propuesta pedagógica sintoniza con la “espectacularización” del seminario informativo al estilo Charla Ted o PechaKucha. Asistimos al compartir de los secretos de cocción de esta experiencia performática. “Rosa Cuchillo” pertenece al modo conocido como “intervención escénica” cuyo escenario ideal es un mercado de ciudad. Así, luego de la exposición, que fungió de acotación larga muy larga, la actriz–autora nos obsequia una versión breve traída al espacio cerrado. Sin querer, aunque creo que más bien “queriendo”, la exposición previa nos motivó a simular que esto ocurría en un mercado. Este desmontaje debe su importancia a que el trabajo del grupo Yuyachkani y en especial esta obra, junto a “Adiós Ayacucho”, constituyen registros oficiales que han sido parte del proceso de post-guerra cuya meta es la reconciliación. En esta perspectiva, pertenece aún, a la instancia en la que se atiende el trauma de la herida, aún abierta, de la llamada Guerra interna. 

“Alguien que se va” – Teatro Laboratorio Cuzco (Cuzco)
Anticipándose a las condiciones de infraestructura no propicias para su espectáculo, el Teatro Laboratorio Cuzco (TLC) incorporó público al escenario del teatro del Centro Cultural de Huaraz. La propuesta ha pensado su diseño atmosférico y nos sugiere que al grupo le interesa la experiencia íntima que se asemeja a la idea de inmersión. Estamos tan cerca que este privilegio nos permite disfrutar los detalles entorno a la despedida. El partir. La huida cotidiana a través de la lírica de un texto susurrado en clave de 11 episodios “disfónicos”.  Su decir es tímido, muy Martín Adán de “La casa de cartón”. Sin embargo, esta intimidad nos permite ver otro detalle: el desencuentro técnico. Esto se explica en la naturaleza del equipo creador conformado por el fundador e invitados. Amigos todos, pero de tradiciones diferentes. La dramaturgia textual apunta hacia el universo introspectivo mientras que la propuesta actoral es expansiva. Expresión e impresión no se dan la mano, pero no son los únicos. También le sucede a la luz dura, esa oscuridad que vaticina el final en cuotas que agujerea el tiempo de partida. Un morirse lentamente que, en clave de iluminación, sigue un sendero que no se une al actoral. Una virtud poderosa es que la obra sabe correrse de su perspectiva narrativa y nos dice que la partida es de alguien más. Esa voz epílogo de la actriz Maricarmen Velásquez Zavaleta, quien todo el tiempo estuvo fuera de foco, enfocando la historia del que se va, siendo la historia del otro, la de ella. 

“En el borde” – Illari (Huaraz)
El suicidio ha sido el tema de la generación de Kurt Cobain a la que pertenece Mariana De Althaus y a la que de algún modo también han asomado Aldo Miyashiro, Jaime Nieto y tardíamente Diego La Hoz. Ha sido también una de las ocupaciones del audiovisual peruano de los noventas y dosmiles.
Esta inquietud, que la poesía, la llamada maldita (europea y estadounidense) ha estimulado sin solución, el cine hollywoodense sustrajo en acciones cotidianas debido a que la urbe era el lugar sin futuro en plena guerra fría. Su culminación se puede ver en “Thelma & Louise” ya en los noventas post caída del muro. Todo lo dicho hasta aquí nos instala una narrativa de la insatisfacción y de la decisión del día-hora de la propia muerte. Quitarle al menos esa decisión al destino fue –quizá, siga siéndolo– un grito libertario hacia el fin de siglo. Esta herencia poética, rítmica y actoral, invade la escena mundial desde hace décadas y hoy con el boom de las series, capitaliza las poéticas de producción de las historias para ser vistas. El grupo Illari es heredero de esto y es víctima de su tiempo. Sin embargo, el ángel de Tespis es extraño y decide sonreírles. Aquí las dimensiones del escenario servían para el borde abismal. La complicidad actoral del grupo juega a favor y vaticina que las condiciones básicas para lograr la multiplicación de sentido, que hoy no logran, existen en potencia.

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