Ecos del pasado

Estamos en el Perú de finales de los años ochenta. La escasez de alimentos de primera necesidad era pan de cada día, mientras que los anuncios de devaluación y la hiperinflación parecen no sorprender a una desilusionada población. Había largas colas para conseguir, si quiera, un kilo de arroz o una lata de leche y el drama diario era encontrar un poco de azúcar, aunque había quienes endulzaban sus bebidas con caramelos.
La violencia subversiva era atroz, los coches-bomba repartidos por las calles amedrentaban a los transeúntes y nadie estaba seguro de volver a casa. Transitar por las calles o permanecer minutos fuera de la hora del “toque de queda” era sinónimo de persona peligrosa que, en el mejor de los casos, terminaba en la prisión. Varias de estas pinceladas aparecen en “Ruido”, obra de Mariana de Althaus, dirigida por Diana Cueva con la participación del colectivo Proyecto de Artes Escénicas de la PUCP.
La puesta presenta a una familia monoparenteral, cada uno arrastra traumas y miedos. Agustina (una buena actuación de Claudia Ruiz) es la típica hija adolescente rebelde que no muestra debilidad ante sus miedos. Agustín (Renato Fernández) es el hijo mayor inmaduro, que toca melodías destempladas con su guitarra. Agusta (Firelei Barreda) es la madre abnegada y ama de casa, un tanto despistada y ensimismada en su propio mundo. Y está la vecina (Yolanda Rojas) como ‘miembro’ de esa familia. Ella es una mujer con ganas de ser amada sueña, aunque encarne a una esposa con conflictos de pareja.
Sus problemas son ese incómodo “ruido”, que a manera de resiliencia (esa capacidad de las personas para sobreponerse a periodos traumáticos intensos) tratan de menguar, pero parece no irse. Esa sensación acompaña las escenas de picardía y de humor familiar y popular, dando un toque ameno a la puesta y manteniendo cautivo al público desde su butaca. Un punto destacable es la escenografía sobria, los vestidos sencillos y cómodos para los personajes así como el buen uso de sus elementos en escena.
Por ejemplo, había un televisor pequeño sin control remoto que emitía los programas de esa época y un teléfono antiguo como contraste entre modernidad ‘antigua’ y actual. O los altos decibeles de la alarma del coche y la balacera que ocurría en la calle (fuera del escenario). “Ruido” representa todo aquello que nos perturba: desde un recuerdo hasta nuestros propios miedos. Aquello que muchas veces ignoramos o simplemente no prestamos atención por temor a enfrentarlos.

Ficha Técnica
“Ruido”, de Mariana de Althaus
Dirección y producción general: Diana Cueva Rodríguez
Asesores de Proyecto: Lorena Pastor y Gustavo López Infantas
Actores: Firelei Barreda, Yolanda Rojas, Renato Fernández y Claudia Ruiz.
Voces de Relatores: Marcelo Rodríguez y Adriana del Águila.
Lugar: Caja Negra de la PUCP

LUISA RIVAS ALVARADO
Crítica Teatral Sanmarquina

Comentarios

  1. Te felicito Luisa que buena crítica hiciste a la obra de Mariana de Althaus.

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