CUANDO EL UNIVERSO DE ANA TRASCIENDE

Sobre “El diario de Ana Frank”

Adaptada del guion original de Frances Goodricth y Albert Hackett e inspirada en el libro homónimo, el director Joaquín Vargas ha llevado a escena “El diario de Ana Frank”. Una puesta escénicamente rica porque puede ser interpretada desde un enfoque histórico, psicológico y filosófico.

Patricia Barreto

Ya en escena, el espectador sentirá cómo vislumbran ante sus ojos tres universos paralelos bien definidos: 1) el contexto histórico (la Segunda Guerra Mundial); 2) la psicología de grupos e interacción humana (el “Anexo secreto” como apodara Ana al lugar donde se escondieron de la Gestapo); y 3) la identidad y auto cuestionamiento personal (el universo íntimo de Ana). El nudo principal de la puesta se centrará en la inminente tensión por lograr que estos tres mundos no colisionen, aunque ello resulte inevitable. Lo que quedará expuesto en el diario de Ana: las experiencias de miles de familias judías que sufrieron las leyes hostiles y discriminatorias sin imaginar que afrontaban uno de los mayores holocaustos de la historia.

Mientras la guerra amenaza, los integrantes de dos familias (los Frank: Gerardo García Frkovich, Magali Bolívar y Laura Adrianzén; y los Van Pels: Ricardo Goldenberg, Lilian Nieto y Martín Velásquez) más un impertinente dentista (Fritz Pfeffer / David Carrillo) compartirán sus días en la clandestinidad. Para ello, establecerán una rutina con reglas estrictas y costumbres propias, que definirán el segundo universo paralelo, el sicológico.

Margot (Laura Adrianzén), Otto (Grardo García Frkovich),
Edith (Magali Bolívar) y Ana (Patricia Barreto)

Inmerso en éste, aparece “el universo de Ana”, rol interpretado por la extraordinaria actriz Patricia Barreto, quien estalla algunas veces de alegría, pasión o de dudas; y en otras de desesperanza, miedo y horror...

Finalmente la esencia de Ana gana y trasciende, uno de sus más grandes aspiraciones. “No quiero haber vivido en vano como la mayoría de la gente, quiero ser útil o llevar alegría a la gente, incluso a las que nunca conocí. ¡Quiero seguir viviendo aún después de muerta!”, escribiría en su libro. Desde este universo “filosófico” el espectador se sentirá gratamente sumergido en el mar de cuestionamientos, que, contrariamente a lo que se cree es de adolescentes, acompaña continuamente a la existencia humana: construyendo y reconstruyendo, de acuerdo a las oportunidades y/o amenazas que le presentan los otros dos universos.

El "anexo secreto" en la puesta

Después de lo relatado anteriormente, podrán comprobar que la obra es un gran acierto ya que logra envolver a su público durante más de dos horas de función. Más aún si, como en mi caso, tuvieron la oportunidad de leer el libro que inspira esta versión teatral estrenada en 1955. Acompañados de una excelente escenografía (Víctor Juro) y vestuarios bien cuidados (Gabriela Espinoza y Zoila Espinoza), y diálogos divertidos que amplifican más cada una de las actuaciones, “El diario de Ana Frank” resiste cual refugio de esperanza los embates de una sociedad indolente.

 

Imágenes: VNP 

FICHA DE LA OBRA

“El diario de Ana Frank” de Frances Goodricth y Albert Hackett

Dirección general y traducción: Joaquín Vargas Acosta

Elenco: Patricia Barreto, Gerardo García Frkovich, Magali Bolívar, Ricardo Goldenberg, Lilian Nieto, Laura Adrianzén, Martín Velásquez, Gonzalo Tuesta y Minou Adolph

Funciones: De jueves a domingo a las 8pm

Temporada: Del 12 de abril al 27 de mayo

Lugar: Teatro Mario Vargas Llosa de la BNP (Av. De La Poesía 160, San Borja)

Un montaje de VNP 

JIMENA CUCHO

Crítica Teatral Sanmarquina