DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS

Sobre: “NO PENSÉ QUE ERA AMOR” 

Explicar qué es el amor es un tanto complicado. Fisiológicamente podría decirse que el “amor romántico” es una experiencia muy gratificante que inicia con el enamoramiento –el cerebro segrega serotonina (“hormona de la felicidad”) en cantidades que van descendiendo con el tiempo– hasta dosificarse durante el amor de pareja.



"Dueto matrimonial" de Lauren Wilson

Esto explicaría por qué ciertas parejas no pasan de un mero gusto o ilusión pasajera y terminan rompiendo. Y es que el amor tiene una base neuronal. Es un sentimiento que activa áreas cerebrales receptoras de vasopresina y oxitocina (“hormonas del amor”), “desactiva” regiones asociadas al juicio social y las emociones negativas, influyendo naturalmente en la experiencia.

Es lógico que nos quedemos con lo positivo y lo bonito de la relación. Quizá, por eso, se escucha a menudo que uno se puede enamorar una sola vez en la vida; pero, si no funciona, acaso ¿será imposible volver a sentir nuevamente amor por otra persona? Y si uno se vuelve a enamorar, acaso lo anterior... ¿no fue amor?

"Hágame el favor" de Manuel Díaz Ibáñez

Con una dramaturgia de Lauren Wilson, David Ives, José Luis Alonso de Santos, Garth Wingfield y Manuel Díaz Ibáñez, “No pensé que era amor” intenta resolver estas preguntas reflejando la transición por la que atraviesan todas las relaciones: desde la primera ilusión, la felicidad momentánea, los problemas triviales, las discusiones ilógicas hasta recalar en la desilusión.

Esta variedad dramática le permite al director Rodrigo Falla Broussett construir siete historias interesantes, divertidas y bastante honestas. A través de diversos personajes, los versátiles Priscilla Espinoza y Manuel Díaz Ibáñez recrean la vida de pareja en enredos desenfadados y cómicos. En ellos se observa a la chica atrevida queriendo enamorar al chico tímido; al chico enamorador queriendo agradar a la chica intelectual, unos recién casados con más dudas que certezas sobre su matrimonio y otras más. Personalmente me agradó mucho aquella escena del juego de roles entre la psicoanalista y el esposo con problemas conyugales. Buen ritmo y sutiles sugerencias.



"No hay problema" de David Ives

Lo extraño es que la mayoría de estas parejas se encuentra en un mundo donde el amor no se afianza, refuerza o aprecia, sino que prima un sentimiento egoísta, una manipulación en uno de ellos que origina un quiebre, un desgaste de la relación. Una de las historias rompe este esquema al querer lograr una plática perfecta (“Sure thing” de David Ives) con una deliberada repetición de diálogos que intenta buscar el agrado entre ambos.

La obra maneja una utilería expuesta (el vestuario para cada pieza) y móvil (puerta, sofá-cama, bancas, mesas y sillas) lo que dificulta los cambios de escena. Estoy segura que estos imprevistos –como retirar una puerta cuando no debían– se reajustarán a medida que avance la temporada. “No pensé que era amor”, un divertido trabajo de Long Play, invita a reflexionar sobre lo irreverente, maniaco, desafiante o absurdo que suelen ser las relaciones de pareja. Tal vez al verla te sientas identificado con alguna escena –o varias, en verdad– y descubras con una sonrisa cómplice que sobreviviste a los romances de la vida. 

FICHA DE LA OBRA

“No pensé que era amor”, dramaturgia de Lauren Wilson, David Ives, José Luis Alonso de Santos, Garth Wingfield y Manuel Díaz Ibáñez

Dirección: Rodrigo Falla Broussett

Elenco: Priscilla Espinoza y Manuel Díaz Ibáñez

Temporada: Del 13 de julio al 3 de septiembre

Funciones: De viernes a lunes 8pm / Domingos a las 7pm

Lugar: Museo de Arte de Lima - MALI (Paseo Colon 125, Parque de la Exposición)

Entradas: S/ 40 (General) y S/ 20 (Estudiantes, adultos mayores y miembros del Programa Amigos del MALI (PAM)). Viernes y lunes populares: S/ 20
Una producción de Long Play

Más información en el evento de la obra 

LUISA RAL

Crítica Teatral Sanmarquina