VILLANO INDEFENSO

Sobre: “EL JOKER” / LA CUARTA PARED (ARGENTINA) 

“Si una persona no llega a alcanzar la libertad, la espontaneidad y una expresión auténtica de sí misma, puede considerarse que tiene un defecto grave, siempre que supongamos que la libertad y la espontaneidad son las metas que debe alcanzar todo ser humano. Si la mayoría de los individuos de una sociedad dada no alcanza tales metas, estamos ante el fenómeno de un defecto socialmente modelado.”[1]

 Este verano La Cuarta Pared (Argentina) nos ha traído al villano más desquiciado y famoso de Ciudad Gótica, el Joker en vivo y en directo. La agrupación argentina se ha inspirado en “The Joker” (2019), la taquillera película dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquín Phoenix, y lo “ha estrenado” a su propio estilo en el Perú.

Horacio Rafart interpreta al Joker
La trama implica mirar desde su humanidad a ese otro ser que, en la jungla de cemento y rompiendo la cuarta pared, nos comparte en su monólogo –con magnífica expresión corporal– las crueles razones de su trastorno bipolar. En el camino, les da voz a todas aquellas víctimas de la indiferencia familiar, social y política de Estado. El director Guillermo Ale nos muestra cómo un problema familiar aún poco tocado: la relación tóxica con una madre enferma, dependiente emocional, de escasos recursos, e incapaz de proteger a su hijo de la pareja/depredador y, a pesar de tener conocimiento de este abuso sexual, físico y psicológico cuando su hijo era un niño, permanece impávida, cómplice ante éstos crueles hechos. Este tipo de mujer/madre psicológicamente incapaz de desarrollar todas sus potencialidades a un hijo es una de las causantes directas de desencadenar a ese otro ser –el Joker– que se ha ido llenando de odio y ansia de destrucción. 

El montaje de La Cuarta Pared cerró
exitosamente su temporada en Lima
El trabajo de La Cuarta Pared nos explica, en detalle, ayudados de un ecran –un elemento que no considero necesario– cómo la sociedad puede crear un monstruo en las distintas esferas de las relaciones: en convivencia, en el trabajo, o las amistades, personas con las que te cruzas en el diario vivir y no se siente empatía por los “diferentes”. 
Ale nos interpela a cada paso en cada escena y nos llega a conmover, porque estamos en una sociedad indiferente, de anomia, he ahí el aporte de su montaje. La fabulosa actuación de Horacio Rafart nos cautiva y envuelve en un personaje –también– indefenso, diferente, tocado por una sociedad injusta y amenazante.
La ovación fue unánime. Una muestra del cariño que siempre le ha demostrado el público limeño desde la primera vez que estos artistas argentinos llegaron y entregaron su arte en los conos periféricos de Lima gracias al reconocido gestor cultural Juan De Dios Rodríguez.
Rafart, al verlo entre el público en su primera presentación, pidió una gran ovación a este notable promotor cultural de La Carpa, pero esa aventura es digna de otro escrito. Como cada noche, a la salida hubo fotos con este “Joker” encarnado por un actor argentino, de lo más sencillo, por cierto, y que el público peruano reconoce.

GLADYS RÁZURI
Crítica Teatral Sanmarquina



[1] Fromm, Erich. Psicoanálisis de la Sociedad Contemporánea, pág. 20


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