La muchacha de los libros usados

¿Podemos decir que la mujer tiene voz y voto hoy en día? Con el machismo, la humillación, el abuso y la opresión tan cerca y palpable (en las familias), esta respuesta tiene que ver más con la sociedad en la que vivimos y la cultura antes que el tiempo o la época.
Con derechos y oportunidades casi universales en estos tiempos, es cruel sentir y esperar lo opuesto. ¿Cómo los padres que, generalmente son la protección, cariño y apoyo para los hijos, pueden albergar un lado inhumano y atroz que los impulse a vender a su propia hija al mejor postor? La muchacha de los libros usadosescrita por el notable Arístides Vargas abarca este tema. Dirigida por Mariana Palau, la pieza nos envuelve en un escenario frío, único, con algunos recursos de actuación acertados para representar la violencia a la mujer, cultural, social y sexual. La obra es atemporal. Narra la historia de una niña de 14 años (Mayella Lloclla), quien vendía libros usados, pero un día su padre (Juan Carlos Díaz Therán), sin ninguna objeción de la madre (Sylvia Majo), decide venderla a un coronel del ejército (Antonio Aguinaga). Un singular detalle cierra el acuerdo: no consumar el matrimonio hasta la menarquía (primera menstruación) de la niña. Así inicia su nueva vida de sumisión y, quizá, un tanto rebeldía a la espera de aquel momento que la transformará de niña a mujer. 
Vargas traza muy bien el machismo y la opresión hacia la mujer desde una sociedad con modales patriarcales y castrenses. El autor critica esta tara social arraigada en la realidad de países entre los que incluir al nuestro con una delicada precisión del universo femenino.
Es una obra de contenido fuerte, pero escénicamente digerible por sus escenas poéticas y elocuentes, y sus canticos a cargo de Javiera Lizama y Paula Lizama. La directora ha realizado un trabajo laborioso y sistemático que transmite al público lo que quiere expresar esta simbólica obra. Cinco actores (a los ya nombrados habría que añadir Carlos Montalvo) y las dos cantantes ya referidas –quienes portan una vestimenta sencilla y cómoda, casi un uniforme militar– encarnan a trece personajes en el espacio circular del Teatro Ricardo Blume de Aranwa. La acción transita del centro a los extremos en las diferentes escenas, mientras que las jaulas simbolizan el claustro impuesto a la mujer. El desenlace es aterrador, quizá, como la vida misma de estas mujeres. Una puesta muy recomendable pero de corta temporada.

FICHA DE LA OBRA
Dramaturgia: Arístides Vargas 
Dirección: Mariana Palau
Elenco: Mayella Lloclla, Antonio Aguinaga, Juan Carlos Díaz Therán, Javiera Lizama, Paula Lizama, Carlos Montalvo y Sylvia Majo
Fotografías: Joseline Urco / La muchacha de los libros usados
Lugar: Teatro Ricardo Blume (Jr. Huiracocha 2160, Jesús María)
Temporada: Martes y miércoles a las 8pm hasta el 30 de noviembre
Entradas: General (S/. 30) y Estudiantes y jubilados (S/. 20)
Las entradas están a la venta en la boletería una hora antes de la función

LUISA RAL
Crítica Teatral Sanmarquina

Comentarios

Entradas populares