"Con nuestras tradiciones hemos creado una nueva celebración a la muerte"
Entrevista
a DUSAN FUNG
Director
General de “SANTÍSIMA MUERTE: La fiesta del más allá”
Funciones: 28 de febrero a las 8pm, 05 y 12 de marzo a las 10pm
Lugar: Patio de la Alianza Francesa (Av. Arequipa 4595, Miraflores)
Funciones: 28 de febrero a las 8pm, 05 y 12 de marzo a las 10pm
Lugar: Patio de la Alianza Francesa (Av. Arequipa 4595, Miraflores)
La
Santa Muerte –algunas creencias la llaman así– es el dios descarnado y adorado en días
festivos. Alguna vez sus ofrendas fueron sacrificios de animales y personas
para descansar en paz. Por eso, no sorprende que sea considerada “una santa” y ahora
reciba puros o cigarrillos como regalos.
En
“SANTÍSIMA MUERTE: La fiesta del más allá” la muerte se revela en una dimensión
lúdica, musical y ritualista. Una “farsa” festiva en que la comunión de alma y cuerpo
–un hilo de plata, según la tradición– es cortada por “La Parca”. Pero no es un
ser perverso.
A
ella se le pueden confiar milagros y deseos según los colores con que se vista
a su imagen: amarillo para atraer el dinero; azul para la salud, los estudios y
la verdad; blanco para el bien y la lealtad, entre otros. El negro, en cambio,
es utilizado para la brujería negra y para el mal.
Luego
de la función conversamos con el director Dusan Fung. El año pasado presentó “Memorias: orquesta de soundpainting”, un desbocado montaje cuya riqueza escénica residía
en sus lenguajes disímiles y sugestivos. Esta vez, con “SANTÍSIMA MUERTE: la fiesta del más allá”,
Fung desafía el más allá con una valiente propuesta mundana.
¿Cómo te inspiraste para
trabajar este musical?
En
sí, la muerte es una tragedia para nosotros. Me pareció interesante ver cómo en
muchas partes del mundo se celebra la vida y también la muerte en el “Día de
los muertos”, por ejemplo. Entonces tomé a la Santísima Muerte, un icono popular
mexicano, y decidí localizarlo en el Perú. Quisimos “robarnos” las
celebraciones que existen en nuestra costa, sierra y selva y crear una nueva celebración
a la muerte.
El espectador está
inmerso…
Considero
que el espectador debe ser un actor muy importante dentro del espectáculo. En nuestro
concepto lo pusimos a disposición del espacio para que él decida por dónde y cómo
moverse, y sorprenderlo en esta gran pista teatral que usamos como escenario. Este
era mi impulso más grande.
La muerte es un tema complejo,
¿cómo lo tomará el público?
Dentro
el colectivo creemos mucho en la innovación, salimos de los espacios convencionales
para convertirlos en un espacio teatral. Mis expectativas son que todo el mundo
hable del montaje y se apunte a ver nuestra propuesta riesgosa y novedosa que
estamos muy contentos de haber pre-estrenado.
Finalmente, ¿cómo fue
el ensamble escénico y musical?
Nosotros
hemos trabajado tres meses. Fue un proceso muy arduo, desde la logística hasta
el montaje final. El grupo que nos acompaña, Batuke Changó, venía con un bagaje musical
importante. Hemos usado composiciones suyas y hemos investigado entre nosotros
para escoger los ritmos que nos gustaban y poder construir este nuevo ritual a
la muerte.
Fotografía del elenco: Ian Ilbert
Fotografía del elenco: Ian Ilbert
Entrevista y foto principal: LUISA
RAL
Crítica Teatral
Sanmarquina
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