La alondra

Símbolo de una mujer eterna de libertad

El reciente estreno de “La alondra”, pieza notable del francés Jean Anouilh (1910–1987), es un recorrido por la trayectoria de grandes actrices y actores formados en la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD) y que tuvieron su primer encuentro con las tablas en sus años de estudiante y ahora son maestros para las nuevas promociones de esta institución.
De la dramaturgia a la adaptación, la puesta es indudablemente impecable siendo comprensible para todo tipo de espectador, algo propio de los clásicos. “La alondra” es un trabajo que reúne –en su elenco numeroso– a una generación de (primeros) actores como Hernán Romero, Reynaldo Arenas, Gustavo Mac Lennan, Ricardo Combi, Lucho Ramírez y Rafael Hernández y a nuevos valores de la escuela. El montaje, comentan los propios estudiantes, involucró meses de preparación en esgrima y canto; lo cual puede notarse en la labor actoral; en la  fuerza, valor y coordinación, lo que demuestra la disciplina con la que se ha realizado este espectáculo y que nos brinda la sensación de estar en una época donde la libertad era el aliento de una nación, y que podría ser la nuestra. El estandarte –la fe que necesitaba el ejército– fue inspirado por la doncella de Orleans. Nuestra “Alondra” es la joven y versátil actriz Ethel Requejo, cuya interpretación nos sumerge en la evolución de la Santa Juana de Arco (1412–1431). Por designio divina o no, ella descubre su propósito como mujer, en libertad, con un toque de dulzura interminable in crescendo que nos deja ver su verdadera determinación en valor y fuerza.
Su esencia nos devela que, para una mujer de su época, el resignarse a una imposición social del patriarcado, no es su destino. Que es preferible ser “una hereje”, palabra cuyo significado real (persona que piensa de forma libre) fue satanizado y ocultado. Nuestra genial actriz nos llevó a ese estado con una técnica naturalista y una presencia escénica impactante.
Con un manejo del dramatismo requerido y demostrando una profunda investigación de su personaje, Requejo nos involucra en la historia de la mártir francesa como un paradigma para toda mujer que busca su liberación y la libertad de su congéneres.
Jorge Sarmiento dirige esta obra imprimiendo un toque fantástico, humano y soñador. Apoyándose en recursos del teatro contemporáneo (proyecciones multimedia, musicalización de época y un vestuario hermoso y minucioso, que nos revela el nivel de la producción), la obra adquiere un valor emocional y artístico para sus actrices y actores.
La crítica a una obra de teatro puede basarse en estados emocionales sin dejar de lado el nivel de técnico y estético, pero siempre pensando en lo requiere nuestro público, el cual se alimenta, aprende y pueda, quizá, al sueño de Bertolt Brecht (1898–1956), pueda cambiar un comportamiento.
Mi vivencia al ser parte de esta puesta fue totalmente lúcida. En un momento en el que este sistema netamente patriarcal reprime y nos haga des-pensar, “La Alondra”: Juan de Arco y su epopeya de fe, fue un remanso e irradia la fuerza necesaria en un mes en el que recordamos la violencia que sufre el género. 

FICHA DE LA OBRA
“La alondra” de Jean Anouilh
Dirección: Jorge Sarmiento
Elenco: Hernán Romero, Reynaldo Arenas, Gustavo Mac Lennan, Ricardo Combi, Lucho Ramírez, Rafael Hernández, Maura Serpa, Arturo Villacorta, Lucía Lora, Emilio Montero, Ethel Requejo, Raúl Durand, Jacqui Chuquillanqui, Eric Otero, Jorge Cárdenas, Flavio Giribaldi, Tania López, Juan Gerardo Delgado, Rafael Mena y Josué Cohello
Funciones: De jueves a lunes a las 8pm
Temporada: Del 09 de noviembre al 04 de diciembre de 2017
Lugar: Patronato del Centro de la Amistad Peruano China (Av. de la Peruanidad, frente al Campo de Marte, Jesús María)
Una producción de la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático

MIRSHA CELI
Crítica Teatral Sanmarquina

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