Vigilia de noche
“Vigilia de noche”, obra
teatral dirigida por Carlos Acosta, de dramaturgia del sueco Lars Norén en
versión de Daniel Veronese, deja sobre el escenario el desnudo cadáver del
amor. Fría y terrible, su composición argumentativa es la agonía de las
relaciones afectivas en un lenguaje sencillo, inmediato y directo pero
profundamente anclado en las necesidades y frustraciones de cada personaje.
La historia se sitúa bajo las
sombras de un reencuentro no tan deseado de dos hermanos (Alan y John)
determinado por el funeral de su madre, que, sombríamente está presente a
través de sus cenizas a lo largo de la obra, como si confirmara los versos de
Quevedo: “(…) Polvo serán, mas polvo enamorado”. El escenario paulatinamente
cobrará niveles devastadores emocionales al exponer la relación entre estos dos
hermanos pero principalmente la relación que cada uno mantiene con sus
respectivas esposas, Charlotte y Mónica. Ambas retratan un escenario conyugal
claramente marcado por la desigualdad de género pero con caminos distintos.
Hace pensar en Nora Helmer, protagonista de “Casa de Muñecas” (1879) de Henrik
Ibsen, dividida en los dos momentos que la atraviesan.
Charlotte podría ser este
primer momento en que la mujer es inconscientemente reducida a “propiedad del
marido”, mientras que Mónica representa el segundo momento en el que Nora toma
la decisión de abandonar a su esposo e hijos para la búsqueda de su propia
realización. “Casa de Muñecas” es considerada
como la primera obra teatral feminista, pero en la dramaturgia de Norén la
composición de los personajes y la complejidad de las emociones están
supeditados a la búsqueda del amor y la pertenencia por encima de otros
aspectos.
La dirección no arriesga
mucho, salvo un par de juego de luces y un momento polifónico inicial que
durante el desarrollo de la obra se vuelve innecesario. Esta sobriedad hace que
por momentos la obra se torne algo frívola en un inicio, contrastado
posteriormente con buen uso de la ironía y el humor negro que hace soportable
la vorágine trágica de la historia.
Los objetos se mantienen
seguros y lógicos a excepción de un tocadiscos mal ubicado espacial y
temporalmente; ubicado en el suelo, irrumpe en los momentos más álgidos de
manera festiva. No parece existir mucha relación de estética y tiempo entre los
muebles simples y las sillas y mesa de metal y plástico demasiado modernos.
Sobre las actuaciones cabe
resaltar la desgarradora interpretación de Giselle Collao (Charlotte), el
manejo escénico de Andrea Montenegro (Mónica) y toque de humor negro de Luis
Alberto Urrutia (Alan) en la ternura ruda de su personaje. En personaje e
interpretación, Yamil Sacín es el menos desarrollado contrastando con las demás
actuaciones, pero exigente y preciso.
FICHA DE LA OBRA
“Vigilia de noche” de Lars
NorénDirección: Carlos Acosta Ahumada
Versión: Daniel Veronese
Asistencia de dirección: Josie Mendoza y Alejandra Chávez
Producción ejecutiva: Yamil Sacín
Traducción: Francisco J. Uriz
Elenco: Luis Alberto Urrutia, Andrea Montenegro, Giselle Collao y Yamil Sacín
Entradas: S/. 40 (General) S/. 20 (Estudiantes y jubilados)
Las funciones van de jueves a lunes a las 8pm / Domingos a las 7pm
La temporada va del 08 de setiembre el 16 de octubre
Un montaje de Imativa Producciones
KEVIN RODRÍGUEZ
Crítica Teatral Sanmarquina
Comentarios
Publicar un comentario