Yerovi, vida y muerte de un pájaro cantor
“Todo no podría alcanzar en un poema” es una
de las frases que aún resuenan en mi mente tras haber visto “Yerovi, vida y
muerte de un pájaro cantor” en el teatro Ricardo Blume de Jesús María. En la memoria
del otro nos podemos encontrar y esta sensación experimental impregna su historia.
Yerovi (Janncarlo Torrese) y Sánchez (Alfonso Dibós) |
Se trata de un montaje que, en
definitiva, ha valorado cada detalle a nivel creativo y técnico, y que concluye
brillantemente el ciclo
memorial realizado por Aranwa Teatro para recordar el centenario del
fallecimiento del periodista,
poeta y dramaturgo peruano Leonidas Yerovi Douat (1898–1917), gran exponente del tejido
cultural de su época. La puesta que dirige Jorge Chiarella entremezcla
a actrices
y actores en una
audiencia pública para resignificar y sanar las heridas que dejó el asesinato
de Yerovi. Las actuaciones mesuradas, a estilo naturalista, narran la evolución
de este bohemio personaje –encarnado por Janncarlo Torrese–, quien despliega energía a tipo
de conversación con sus compañeros, el público y una sociedad que parece haber
cambiado muy poco. Quisiera detenerme en la dramaturgia, una elegante
pieza escrita por Celeste Viale Yerovi, su nieta. Ver una puesta suya confirma
la teoría que vengo observando en los creadores peruanos de teatro y performance cuyas propuestas
–individuales y colectivas– tienen un sentido más social y hasta político (no como ideología,
sino como estructura) de las artes escénicas. La reparación y reivindicación para quienes hemos
tenido conexión con esta puesta se sostiene en percepciones inequívocas. La dramaturgia
ofrece muchos matices, quizá, como el propio Yerovi respiraba la vida; con humor blanco y negro, vivencias
dramáticas y jocosas, vacíos existenciales, frustraciones injustas y heridas
auto infligidas. ¿Les parece familiar?
Yerovi, vida y muerte de un pájaro cantor |
Mientras intentamos darnos respuesta, podría afirmarles
que subyace, además, la dignidad familiar que pretende ser restaurada mediante los
tejidos de este bello texto dramatúrgico. No solo es limpiar un nombre ante
toda la sociedad que, en primera instancia, no tuvo un debido proceso y cuya responsabilidad
del homicida, el chileno Manuel José Sánchez (Alfonso Dibós), fue minimizada. Esta obra nos ha permitido ser testigos de un
ritual de despedida de un ser amado, de un hijo alejado del cariño paterno y del
duelo de una madre –la intensa Daniela Rodríguez que recoge el eco en un país
de desaparecidos– surgiendo nuevamente el lado social
de esta obra teatral de dos actos.
El montaje rompe, además, estructuras con sus
objetos y su música es un protagonista insoslayable. “Yerovi, vida y muerte de un pájaro
cantor” permite acercarnos a
las cosas misteriosas que este poeta irreverente, satírico, desencantando y
contestatario guardaba en el corazón. Un genio que pudo darle nuevas
dimensiones al teatro peruano y al que podemos conocer y celebrar cien años
después de su muerte desde las tribunas de la ficción.
Crédito de imágenes: Geza Morales
FICHA DE LA
OBRA
“Yerovi, vida y muerte de un pájaro
cantor” de Celeste Viale YeroviDirección: Jorge Chiarella Krüger
Elenco: Janncarlo Torrese, Alfonso Dibós, Daniela Rodríguez, Paul Ramírez, Laly Guimarey, Neskhen Madueño y Fiorella Milla
Temporada: Del 23 de septiembre al 4 de diciembre
Funciones: De jueves a lunes a las 8pm / Sábados y domingos a las 7pm
Lugar: Teatro Ricardo Blume (Jr. Huiracocha 2160, Jesús María)
Entradas: S/. 50 (General), S/.35 (Jubilados)
y S/. 25 (Estudiantes)
MIRSHA
CELI
Crítica
Teatral Sanmarquina
Agradecido por la aguda observación de la propuesta y con la fina sencillez expositiva que recoge con certeza las intenciones más sutiles de la obra. jchk.
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