"Desarrollo de la Dramaturgia Nacional" en FITEL 2017
Este año el
Festival Interactivo de Teatro en Letras (FITEL) congregó a tres jóvenes autores
en el conversatorio “Desarrollo de la dramaturgia nacional”. Su presencia dio mayores
luces sobre cómo funcionan los principales concursos de dramaturgia y los
aprendizajes surgidas del proceso de montaje y el contacto con el público.
Ximena Basadre |
Tras llevar
talleres con Manuel Calderón, Pietro Sibille, Jorge Villanueva o Ramón García,
descubrió que un ejercicio escénico suyo causaba diversas reacciones en el
público. Desde entonces, “me avoqué a la búsqueda de un misterio, de lo
inasible, de algo que no se puede materializar más que en palabras”, recuerda.
A pesar de tener dos
obras suyas más en escena (“Oda a la luna” y “Al filo de la vereda”), Gonzales es
cauteloso con los concursos: “son un capricho consensuado”. Una opinión compartida
por Ximena Basadre, autora de “Puente” –laureada en el Concurso Ponemos tu obra
en escena del Centro Cultural Británico–.
“Si no hubiera
ganado este premio, mi obra no se habría montado. Pienso que es aleatorio ganar
un concurso”, refiere. La egresada de Literatura de la Universidad Católica descubrió
en las obras teatrales una emoción incomparable que la impulsó a llevar los
progresivos talleres de dramaturgia con Alonso Alegría.
Las clases y las
frecuentes visitas de Basadre a los teatros de la ciudad derivaron en un proceso
creativo liberador, aunque finalmente doloroso durante el montaje. “Fue como un
trasplante de corazón. La obra es el corazón que se trasplanta a los actores y
directores y la reacción del público son los latidos”, indica.
Carlos Gonzales |
En “Cachorro está
pedido” pudo conciliar sus “dos grandes amores”: el teatro y la poesía. La
puesta en escena que, tras insistencia, Aldo Miyashiro aceptó dirigir parece
demostrarlo. El proceso –que sorteó las habituales trabas burocráticas– llevó
siete funciones a tres mil estudiantes de colegios de la provincia del Callao.
“Aunque fue pasional
y ágil por su público adolescente, la puesta perdió poesía”, admite Vartu. La
autora –que asistió a los ensayos finales– comprendió que su texto estaba en
manos de un director receloso y en una fase distinta. Las correcciones de esta
etapa podrán leerse en el e-book desde el 14 de diciembre. Basadre, en
cambio, asistió a todos los ensayos de su ópera prima. “Quería ver lo que
hacían en el primer ensayo y cuando vi todas mis acotaciones tachadas, casi me
da un infarto. Eso cambió mi proceso creativo”, recuerda. Bajo las órdenes de Norma
Martínez “Puente” adquiere una dimensión onírica y de libre interpretación.
Gimena Vartu |
“Cuando escribes
una obra, ya no eres el mismo. Existe una conexión umbilical con este hijo,
pero debes confiar en el director y respetar su trabajo. El resultado fue
satisfactorio y la crítica lo ha reconocido. “Mis obras no han enfrentado una
crítica feroz”, subraya uno de los autores que ha encontrado un lenguaje propio. El encuentro
moderado por Mirella Quispe, directora teatral, en el segundo piso de la
Facultad de Letras sirvió de mucho. Dio protagonismo a las nuevas voces de tres
dramaturgos que, con sus inquietudes y dilemas, van construyendo el nuevo
imaginario que nuestras tablas merecen.
EDER GUARDA
Crítica Teatral Sanmarquina
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