LOS “NO CIUDADANOS” LUCHAN POR EL AGUA

SOBRE: “EL RABDOMANTE”

Bajo la dirección de Martín Medina, Sala de Ensayo Grupo Teatral nos ha traído al escenario virtual “El Rabdomante”, pieza dramática breve de Sebastián Salazar Bondy (1924-1965) producida en los años sesenta. A través de ella nos extiende su visión sobre los conflictos sociales por el agua originados en la discriminación y marginación del Ande peruano, una problemática lamentablemente vigente hoy en día. La obra inicia con la escena de tres pobladores de algún lugar de nuestra serranía. Ellos están en búsqueda del recurso más importante: el agua, luego de una larga sequía que acabó con sus cultivos y está matando a sus animales y, en consecuencia, a ellos mismos.

Posteriormente, aparecen personajes que encarnan a la autoridad en la figura del alcalde ayudado por el portapliegos. Otros, como el ingeniero, representan la tecnología y el desarrollo e insisten a los pobladores –a quiénes tratan poco más que como “ciudadanos de tercera categoría”– para desistan en su búsqueda.
Durante esta discusión aparece el Rabdomante (interpretado por Aldo Sánchez), una especie de chamán que asegura saber dónde encontrar el líquido elemento. ¿Lo logrará? Pero, sobre todo, ¿conseguirá ganarse la confianza de estas personas que lo miran escépticosDesde nuestra apreciación, la pieza toca un tema vigente que causa empatía inmediata en el espectador sensibilizado por los acontecimientos políticos recientemente vividos donde claramente la polarización y discriminación nos traspasa hacia nuestra verdadera identidad peruana.
Precisamente en ese contexto, creemos que algunos de los personajes usaron una caricatura un poco forzada de los pobladores del Ande. O es que la propuesta ¿pretende mostrarnos cómo es que uno de ciudad ve a estas personas? ¿casi “no ciudadanos”, con pocas capacidades del habla, ingenuos y desprotegidos, desde una visión paternalista? Los personajes citadinos, por el contrario, estuvieron muy bien logrados y entendibles.
El rabdomante (Aldo Sánchez) 
La apuesta técnica de Medina resulta interesante. En sus palabras contó que “los actores grabaron solos con el camarógrafo e imaginaron a su compañero y el contexto para construir, al final eso es el teatro”. A pesar de ello, creemos que no hubo un buen manejo del lenguaje audiovisual.
Quizá, hubiera sido mejor mantener la cámara un poco más fija y realizar menos tomas de primer plano, plano detalle y de contrapicado como en el cine, y más planos generales para captar más de la esencia teatral. Esto hubiera ayudado a concentrarse mejor en el texto, de por sí complicado y extenso, pero rico y bien desarrollado como es en dramaturgia de autor. Por otro lado, si bien es cierto, el atuendo y accesorios de cada uno de los personajes estuvieron bien cuidados, creemos que la escenografía de paredes blancas de departamento no ayudó a conectarnos del todo con la obra, ya que generaba una incongruencia con el tema tratado.
Ello se trató de contrarrestar intercalando las tomas con imágenes de paisajes del Ande, sin embargo, esos cortes abruptos hacían que las diferentes partes de la obra no comulgasen. Quizá, hubiera ayudado más emplear elementos auditivos propios de la serranía para una experiencia más sensorial, así como usar escenarios naturales o mínimamente fondos de colores que puedan dar más potencia a la escena.
Sebastián Salazar Bondy
Entendemos que conjugar el lenguaje teatral con el audiovisual es todo un reto, y más aún en este caso en el que cada uno de los actores (Aldo Sánchez y Verónica Serepe), encarnan de tres a cuatros personajes cada uno, y que gracias a la magia de la edición y realización audiovisual lograron imprimir una linealidad temporal en la propuesta.
No obstante, el montaje evidenció que el trabajo de dirección escénica y la realización audiovisual no convergieron, un detalle que el propio Medina señaló en el conversatorio organizado por Sala de EnsayoAsimismo, la pre-escena del final quedó un poco confusa y pudo haberse desarrollado mejor. Sin embargo, rescatamos las actuaciones y el acierto en escoger esta pieza de Salazar Bondy, ícono del nuestro teatro, con una clara influencia bretchiana por el corte político-social, cuyo “socialismo mágico” es uno de los más representativos de la dramaturgia peruana.

FICHA DE LA OBRA
“El rabdomante” de Sebastián Salazar Bondy
Dirección: Martín Medina López
Elenco: Aldo Sánchez y Verónica Serepe
Temporada: 27 y 28 de agosto, y 03 y 4 de setiembre
Plataforma: Zoom
Un montaje de Sala de Ensayo Grupo Teatral

JIMENA CUCHO
Crítica Teatral Sanmarquina

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