“ME HE DADO CUENTA QUE NO DEBO OBSESIONARME CON NADA”

 Entrevista a POLD GASTELLO
“Venciendo al diablo” / La Ira Producciones

Luego de un año dedicado a montajes virtuales, La Ira Producciones ha estrenado “Venciendo al diablo”, su primer montaje presencial. La obra de David Hare (St. Leonards, 1947) se presenta al aire libre en el Parque Reducto Nro. 2 de Miraflores los viernes y sábados a las 5:30pm hasta el 23 de octubre. 
Crítica Teatral Sanmarquina pudo conversar con Pold Gastello, su valiente y único protagonista. Con este monólogo sobre la pandemia, Gastello, quien sobreviviera al COVID el año pasado, confiesa sentirse privilegiado por volver a subirse a un escenario luego de un año particularmente difícil y que pudo ser el último también.

Pold Gastello
(Foto: La Ira Producciones)

-Pold, viviste una experiencia cercana a la descrita por David Hare. En el escenario notamos que hay una fuerza que te impulsa a contar en primera persona… Cuéntanos, ¿cómo te toca esta obra

Creo que esa fue la razón por la cual el director [Mikhail Page] me convocó. Felizmente lo hizo cuando ya había tomado distancia de lo que me había pasado. Estoy seguro de que si me hubiera invitado cuando yo recién salía de la clínica, ni hubiera leído el texto porque estaba muy sensible y no deseaba hablar del COVID. Varios meses después me explicaría su proyecto.
Ahora te cuento que lo más me llamó la atención de esta obra porque, en realidad, a David Hare le pasó algo mucho más leve de lo que me pasó a mí. Él no estuvo entubado, ni vivió la tragedia de tener a dos hermanos más contagiados al mismo tiempo. Era una desgracia. Lo que más me jaló del texto es el nexo político con esta pandemia. Me pareció increíble cómo en el primer mundo no hubo tanta diferencia con lo vivido aquí, en el tercer mundo. Y es que, quizá, una de las cosas “positivas” del COVID ha sido quitarles la careta a los políticos. Nunca dicen la verdad y siempre están queriendo quedar bien. Solo dicen lo que les conviene decir para quedar bien parados. Nunca están pensando en la gente. Por ese lado, me parece bien que el director no haya realizado una adaptación del texto, sino una traducción. Es muy potente escuchar que la clase política es tan parecida en varias partes del mundo.

Con este montaje te vuelves un personaje político. ¿Cómo vas a manejar eso?

Yo me expreso a través de la obra, pero no pienso hablar de política. Casi nunca lo hago y no lo pienso hacer. No es un tema que me interese, mucho menos ahora en que vivimos polarizados y cualquier cosa que opines, da lugar a que todo el mundo se te tire encima. Vivimos una época muy difícil en el Perú.
Mientras todos deberíamos estar pensando en reconciliarnos, sucede, más bien, todo lo contrario: vivimos empeñados en odiar a alguien o meterle cabe a alguien. Los “antis” se han multiplicado y parece que nos gusta ser anti en todo momento. Esto viene de décadas. Ahora nadie dice “¿podemos construir juntos?”. 
Otro aspecto que revela “Venciendo al diablo” es que lo que menos tienen los políticos es preparación. Hablan y hablan de ideologías, pero no se preparan para gestionar nada. Si en Reino Unido tienes un ministro que “tropieza con el aire”, como dice David Hare, ¿qué cosa podría pasar acá?

¿Cómo sientes esta experiencia ahora que el teatro vuelve a lo presencial?  Y, en este montaje, vuelve a lo natural…

Pold Gastello interpreta a Hare
(Foto: La Ira Producciones)
Lo estoy disfrutando porque en mi vida, y lo digo en general, incluyendo lo del COVID, del que me han salvado muchas manos solidarias (desde las cadenas de oración hasta Michelle Alexander que envió una ambulancia para rescatarme), me he dado cuenta que no debo obsesionarme con nada, porque las cosas van apareciendo. Me siento privilegiado porque en un momento en el que los actores quieren volver a la presencialidad, a mí me dan este regalo. Siento que la palabra gracias ya no me alcanza. Como dice el texto de Hare: “en recuperación estoy impregnado de alegría”. Y ya tendré que inventarme una palabra para agradecer, ya no me alcanza la otra.

 Y como termina la obra, volviendo a lo simple, ¿se vence al diablo?

Sí, porque yo creo que en el Perú nos encanta estar en el borde siempre, tenemos una gran capacidad de complicarnos la vida. Si no hay problemas, los inventamos. Es como en el fútbol, siempre tenemos que esperar los últimos cinco minutos para ver si ganamos o empatamos. Está en nuestros genes. Debe ser una predilección por los deportes de aventura.
Y otra cosa importante que me deja la obra es el presente. Es mejor que la muerte me agarre disfrutando lo que tengo a estar pensando en lo que haré en 20 años. No sé si estaré. La gente vive obsesionada con lo que hará de aquí a cuatro meses, pero y ¿si ya no estás? Yo también vivía así, pero ya no me interesa.
Quiero disfrutar el día a día, y me proyectaré unas semanas más adelante. Nos perdemos de cosas tan cercanas por estar mirando hacia el futuro. Lo que tienes cerca es tan bueno como para ser feliz. Siento que no estoy muerto porque tenía que vivir este momento y, quizá, estaba escrito.

Entrevista: ALDO SÁNCHEZ
Agradecimientos: MALENA GAMARRA

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