CONTRA EL CIELO GRIS

SOBRE: “CONTRA EL VIENTO DEL NORTE 

Hace un mes intenté ser parte de una aplicación virtual para personas que buscan pareja. Dos días después concluí que ese tipo de relaciones virtuales-consumistas-deshumanizantes no iban conmigo. Sin embargo, la noche que fui a ver “Contra el viento del norte” (2006), obra escrita por el austriaco Daniel Glattauer (Viena, 1960), sucumbí inevitablemente a esta tentaciones tecnológica. Mis dudas sobre estas nuevas maneras de relacionarnos persisten, pero la certeza de que no podemos luchar contra el viento del norte o contra el cielo gris hace evidente. 
Leo (Walter Ramírez) y Emmi (Carla Del Solar)
Estrenada en Lima de la mano del director argentino Santiago Pedrero, esta pieza ganadora del German Book Prize, explora la posibilidad/imposibilidad de enamorarse por parte de dos personas que afrontan su vida y soledad a través de una cómoda dependencia a la realidad virtual. Emmi Rothner (Carla Del Solar) envía por equivocación un correo electrónico que Leo Leike (Walter Ramírez) recibe y responde. Entonces empiezan a entablar una relación a través de este medio. Él escribe desde su casa. Ella también. Tal vez nunca se encuentren, pero los emails que intercambian –una de las virtudes del texto– existen y llegan hasta la bandeja del otro.
Contra el viento del norte” está muy bien interpretada por la dupla Del Solar y Ramírez. Una comedia romántica de nuestros tiempos que, como algunas películas del género (“You’ve got Mail” (1998) o “Her” (2013), entre otras) explora el amor que ofrecen las nuevas tecnologías. Pero, ¿por qué funciona este amor? ¿Una relación vía email puede ser realmente amor? Para el filósofo griego Platón el amor tenía su origen en el deseo: deseamos aquello de lo que tenemos necesidad o estamos privados.
Pero también es una cuestión química y mística. Nuestras hormonas se disparan al contacto del otro, liberando dopamina, serotonina, norepinefrina y otras hormonas más. Los besos pueden ser tan adictivos como las drogas. Sin embargo, ¿cómo se adhieren estos intercambios químicos a los juegos de seducción que proponen las redes sociales?
José Miguel Arbulú en
"Contra el viento del norte"
La cuidada dirección de Pedrero guía a su elenco, honesto y naturalista en escena, hacia respuestas que podrían cuestionar la forma en la que nos relacionamos. La persiana tecnológica sobre la que se proyecta, entre paisajes limeños, el tiempo que transcurre desde el primer hasta el último email es un recurso elocuente. Dividida en dos, la escenografía marca la personalidad de cada personaje.
El ambiente de Leo posee una especie de silla, una pizarra para recrear a su amor virtual y manifestar su profesión relacionada al lenguaje. En el lado de Emmi lucen un sillón largo desde donde dobla prendas de vestir. Y, aunque ella es diseñadora, irónicamente no vemos algo que lo indique en el escenario. En ambos espacios hay lugar para una botella de vino, una copa y la protagonista tecnológica: la laptop.
Tal vez exista alguna incongruencia entre las edades de los actores/personajes, pero no termina siendo relevante ya que, como propuesta escénica, “Contra el viento del norte funciona y entretiene. Incluso, el tercer personaje (José Miguel Arbulú) que aparece posteriormente remata la acción dramática desde una vorágine virtual. ¿Será que los amantes y aventureros de esta nueva época ya no podremos escapar de ella? O, quizá, la veamos como una revolucionaria y desconocida manera de alcanzar aquella satisfacción emocional y hormonal de la que es imposible librarnos. 

FICHA DE LA OBRA
Contra el viento del norte” de Daniel Glattauer
Dirección: Santiago Pedrero
Elenco: Carla Del Solar, Walter Ramírez y José Miguel Arbulú
Funciones: De jueves a lunes a las 8pm
Temporada: Del 02 de mayo al 02 de junio
Lugar: Centro Cultural El Olivar (Ca. La República 455, San Isidro)
Entradas: S/ 35 (General), S/ 20 (Estudiantes y Jubilados) y S/ 15 (Jueves populares)

JAMIL LUZURIAGA
Crítica Teatral Sanmarquina

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