VOCES DE LA PANDEMIA

Reseña: “DRAMATURGIA JOVEN II” - Fondo editorial ENSAD
Presentación del sábado 06 febrero de 2021


Para la escritura los tiempos de crisis suelen ser muy buenos para alzar la voz o, mejor dicho, desafiar el papel en blanco. Esta frase describe bien a “Dramaturgia Joven II”, lúcido volumen editado por el sello del Fondo Editorial de la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD).
En un país con un sector cultural (teatral) estatalmente olvidado y golpeado por una pandemia mundial, esta publicación brilla con impetuosa ironía. En primer lugar, por tratarse de un libro de dramaturgia en momentos en que la actividad escénica se ha tornado temporalmente virtual. En un segundo aspecto, porque “refresca” nuestra lista de autores de nuevas y disímiles voces, inquietudes y motivaciones. Y, sobre todo, porque sus historias reafirman que la creación artística –y la dramática, en especial– es una forma de resistencia ante las crisis más duras como esta.

"Dramaturgia Joven II"
PODER DE DECISIÓN
El jurado integrado por María Teresa Zúñiga, Carlos Gonzales y Paola Vicente Chocano –cada uno de una generación distinta– tuvo que deliberar con rigor, amplitud y minuciosidad. El proceso fue, además, confidencial dado que todas las postulaciones –un total de 30– fueron enviadas con seudónimo.
Estos reconocidos autores fueron afinando sus criterios de selección entre lo académico y lo sensible. “No crean que el ojo del jurado es frío u objetivo, sino que existe espacio para la subjetividad”, comentó Zúñiga, fundadora y directora del Grupo de Teatro Expresión de Huancayo. Para Vicente Chocano esta labor intentó conciliar los parámetros formales con la riqueza emocional de las historias. “Busqué textos que, como espectadora, conectaran conmigo: Qué dice de mí, de mi país, de la humanidad”, reconoció la autora de “Bajo la batalla de Miraflores”.
Eso llevó a que Gonzales, autor de “Deshuesadero” y “El hombre intempestivo”, elogiara la “diversidad temática” de las cinco obras seleccionadas. Un detalle vital si consideramos que los textos seleccionados abordan la muerte, la esperanza y el arraigo desde lo familiar, lo cotidiano y la fantasía. Los textos fueron gestados y oportunamente revisados por Gonzalo Rodríguez Risco, autor de “Dramatis Personae” y “Un verso pasajero”, en la clínica de dramaturgia que tuvo a su cargo. “La creación de los textos les ayudó a curarse [de la pandemia]”, mencionó Vicente Chocano.

UNIVERSO TEXTUAL
Sus historias no solo sortearon el bloqueo emocional de un enemigo latente, sino que demostraron la firme vocación, honestidad y perseverancia de sus jóvenes autores (el menor de ellos tiene apenas 18 años). Como diría Gonzales “el acto creativo siempre está naciendo, es joven”. Resulta curioso que a tan corta edad las primeras tres piezas del volumen se internen con valentía en la muerte.
La obra realista “A veces quiero llorar de alegría y no sé qué hacer” de Fito Valles (Lima, 1986), por ejemplo, cuestiona las actitudes de una madre que ha perdido a un hijo. 
Pronto ese duelo maternal revela algo más que una inevitable tristeza: una preferencia por el ausente que lastima a sus otros dos hijos.
En “Juan está muerto”, Omar Velásquez Atoche (Callao, 1994) recurre a un desolado velorio al que asiste la viuda para analizar qué muerte (si la moral, la social o la terrenal) es la más dolorosa o, acaso, imperdonable. 
Una inquietud similar se rastrea en “Renuncio”, pieza fantástica de Maykol González (Chiclayo, 2002). En un entorno sobrenatural el alma de Marlo esperar su almacenamiento para una próxima vida. No obstante, ya muerto, se dará cuenta que aún debe lidiar con ciertos dilemas.
De la fantasía tanática arribamos a en la cosmovisión andina de “Noqa kani pay supay” o “Yo soy el diablo” de Eddy Martínez (Lima, 1986). Desde el inframundo quechua o Ukhu Pacha (mundo de abajo), se presenta el Ukuku, cuyas acciones portan la protección que recibe del Señor de Qoyllur Rit’i.
Finalmente “La espera de Vulgo y Carolo”, texto de Edú Gutiérrez (San Martín, 1995) se sumerge en una situación absurda y dolorosamente actual. Dos artistas aguardan con ansias el apoyo del Estado a través de una puerta que se abre y cierra cada cierto tiempo, pero cuyo encargado parece no verlos. “Como jurado tuvimos que encontrar un acercamiento a cada universo”, refirió la jurado Vicente Chocano. 

NUEVA CONVOCATORIA
Antes de cada texto se ha publicado una reseña acompañada de una breve entrevista que permite conocer un poco más a cada autor y las motivaciones generales de su obra. Es posible percibir un mensaje metafóricamente esperanzador en cada una de sus respuestas. Desde sus cálidas palabras le cantan a esa necesidad humana de abrazarnos en el arte en tiempos adversos.
Hacia el final, María Teresa Zúñiga no pudo resumirlo mejor: “Esta pandemia nos ha convertido en una unidad y una de sus lecciones es poner a la vida por encima de la muerte”. 
El Fondo Editorial anunció también una próxima convocatoria para el tercer volumen de esta colección. De momento, puedes adquirir “Dramaturgia Joven II” contactando a alguno de los autores o escribiendo al siguiente correo fondoeditorial@ensad.edu.pe.

EDER GUARDAMINO
Crítica Teatral Sanmarquina

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