"Guacamayas", seducción y terror
Guacamayas se inserta en un tipo de teatro que va reconstruyendo la historia reciente de violencia de los años ochenta en la selva peruana y los grupos vulnerables que sufrieron las consecuencias.
Por: Ada Landeo
Durante la obra, se va deslizando algunos datos que nos van a ubicar en los sucesos que acaecieron el año 1989, en la ciudad de Tarapoto, cuando un grupo de terroristas ingresó de madrugada a la discoteca Las Gardenias, frecuentada por homosexuales y escogiendo a ocho de ellos, los fusilaron en la vía pública. El grupo armado del MRTA responsable de esta masacre, había iniciado meses atrás una campaña de persecución y amenaza contra la comunidad LGBT afirmando que estas personas colaboraban con el ejército y eran una “lacra social”.
La historia de Guacamayas transcurre en dos épocas diferentes. La primera llamada “Día de Santos” se desarrolla la noche del 31 de mayo, horas antes de la masacre de Las Gardenias, en el consultorio de un médico quien recibe a una joven paciente que aparentemente no adolece de nada pero está ahí atraída por el extranjero, entablan un diálogo que va a desembocar a un encuentro íntimo. La segunda parte, se desarrolla quince años después, en la casa de la misma paciente, ahora convertida en madre de una adolescente en una “Noche de brujas”.
Algunos personajes secundarios no se encuentran físicamente en el escenario. Al inicio de la obra escuchamos a un locutor de radio que con picardía, va presentando la música que sitúa la acción en la selva peruana. Luego hay un diálogo telefónico, entre el médico extranjero y un amigo que lo alerta de un peligro inminente y le exige que regrese a su país. Yasmine Incháustegui interpreta al personaje de la joven y a la vez al doctor extranjero. Ella reemplazó a la actriz Nuria Mayor quien actuó en el estreno y temporada de Tarapoto. Su doble papel le exigió hacer cambios notorios en la entonación de la voz, jugando con los agudos y graves. Su personaje de muchacha entre alegre e ingenua, con bailes y movimientos insinuantes cambiaba radicalmente cuando interpretaba al doctor, con un clásico acento de inglés americano y cierta parsimonia además de vestir una bata blanca.
Daniela Ortega interpreta al personaje de la hija, una adolescente que va a pasar la noche de brujas con un médico con el que su madre “Soledad” ha concertado una cita. Su personaje, a pesar de su juventud, hace notar una personalidad distinta, no tan efervescente como su madre de joven, pero se ve entre ellas una clara complicidad.
La incorporación de cantos, bailes y música hace que la obra se mantenga fresca y a la vez nos remonten a la época de los años ochenta y noventa, aciertos de la dirección. El final abierto nos deja un abanico de posibilidades para que el espectador imagine su propio final.
Guacamayas se estrenó en la ciudad de Tarapoto en febrero de este año y es ganadora de los estímulos económicos del Ministerio de Cultura. Esta producción de Aguaymanto Arte y Cultura, se realizó con el apoyo de la Asociación Iberoamericana de Artes y Letras (AIBAL) y la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Ficha Técnica:
Dramaturgia: Percy Encinas
Dirección: Yasmine Incháustegui
Actuación: Yasmine Incháustegui (Lima), Nuria Mayor (Tarapoto) y Daniela Ortega
Voces: Víctor Prada, Willy Gutiérrez y Marcelo Paredes
Asesoría coreográfica: Maureen Llewellyn-Jones
Lugar: Sala Tovar (Calle Manuel Tovar 255, Miraflores)
Temporada: Del 16 de mayo al 08 de junio de 2025, viernes y sábados a las 8.00 p.m. y domingos a las 7 p.m.
Entradas a la venta por Joinnus o al Wasap 947542719
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